
Cada vez son más los niños que nacen con alergias alimentarias, lo que se convierte en una odisea para las familias.
“Para el jantoki, nosotros éramos unos paranoicos, pero mi hija ha sufrido tres ‘shocks’ en un centro escolar” “El primer día que fui al supermercado lloré, todo tenía trazas de leche, hasta el chorizo de Pamplona”
BILBAO– Aietxu tiene multialergia, dermatitis atópica y asma. El primer día que nació sufrió un shock anafiláctico a causa del biberón. Desde ese día, su batalla y la de sus padres, Xabier Munioitz y Soraia Ximenitz, ha sido constante. “Si como marisco, pescado, huevo o frutos secos me puedo morir”, explica, muy gráficamente. Esos cuatro alimentos le provocan shock anafilácticos, pero, en realidad, sus alergias van más allá. “Todos los alimentos, todos, le dan alergia. Son cuatro los que le pueden provocar la muerte, el resto le provocan reacciones diez días o una semana después. Tiene que comer cosas que sabe que le van a provocar sarpullidos, irritabilidad y otro tipo de reacciones”, cuenta su madre.