“Los productos más difíciles de entregar este año serán aceite y leche”

Luis Crovetto, presidente del Banco de Alimentos de Bizkaia

La cesta de la compra es una preocupación añadida cada vez para más hogares. Desde el Banco de Alimentos de Bizkaia advierten dónde estará el foco y las razones.

Los precios de los alimentos y de las bebidas no alcohólicas subieron más de un 15% en diciembre de 2022 en comparación con el mismo mes de 2021, el salto más disparatado desde 1994. Son datos estadísticos firmados por el INE. Una realidad nada halagüeña a la que el Banco de Alimentos de Bizkaia se empeña en buscar un lado positivo. Y no uno sino dos: la sonrisa de agradecimiento que se dibuja en los rostros de esas miles de familias a las que surten de una cesta con productos básicos en momentos delicados; y la solidaridad de la sociedad vizcaina, empeñada a veces sin saberlo en construir una comunidad más cohesionada y responsable. Entre pitos y flautas, en la Gran Recogida de invierno se ha vuelto a superar el millón de euros, como en 2019, cuando nadie había conjugado la palabra pandemia…

Temían por el desenlace de la campaña de invierno. ¿Satisfechos?

—Estábamos muy preocupados por la crisis económica y la inflación, porque al tener menos capacidad adquisitiva corríamos el peligro de que la recaudación tanto en kilos como en bonos se viera muy reducida, pero como siempre, Bizkaia ha respondido con la generosidad habitual.

¿Tiene por ahí las cifras finales?

—La suma entre kilos y bono-alimento y aportación de las cadenas ha sido de 804.562,37 euros, las aportaciones a través de la web 218.000 euros. Todo esto da 1.022.562,37 euros, lo que nos sitúa en el mismo resultado de 2019.

Fenomenal entonces. ¿Y hasta cuándo calculan que tendrán ‘género’?

—Tal y como están las cosas pensamos que podremos mantener la dieta básica todo el año, aunque el Departamento de Compras hace unas previsiones que con lo que tenemos, en el segundo semestre de 2023 tendremos dificultades para mantener la dieta básica. Pero no cuentan con la campaña de Primavera y con muchas donaciones que llegan de particulares, empresas, fundaciones e instituciones que no están presupuestadas.

Esto último está bien, pero…

—Lógicamente nuestros economistas funcionan con números y yo funciono con la experiencia que tengo de la generosidad de nuestra sociedad. Desde un punto de vista empresarial una institución que funciona sin asalariados que gestiona cinco millones de kilos de alimentos al año a golpe de voluntarios que trabajan gratis no tiene sentido y sin embargo llevamos 27 años haciéndolo.

Me hablaba del bono-alimento, ese dinero que se deja en los supermercados. ¿Cómo funciona?

—El dinero queda depositado en la cadena y a lo largo del año vamos adquiriendo los alimentos que necesitamos en el momento de repartirlo. Este sistema nos evita el transporte, el almacenamiento y la clasificación. La pega es que el producto lo pagamos a precio de supermercado, mientras que cuando compramos nosotros conseguimos mejores precios.

La subida de los precios de la cesta básica de la compra ¿también está afectando a su labor altruista?

—En 2022 nuestras compras, como las de todos, han estado afectadas. Como ejemplo te diré que en el último trimestre del pasado año compramos un 4% menos de alimentos que en el anterior trimestre, con un incremento de precios de un 7,02%.

Por cierto, ¿tienen ya fecha para la próxima Gran Recogida?

—Es en mayo, pero hay que pactarla cadena por cadena ya que aunque la de invierno van todas juntas en mayo lo hacen por separado así que es muy difícil en este momento dar fechas.

En otras ocasiones ponen el foco en algún alimento, comida para bebés, productos de higiene…

—Si las cosas siguen como hasta ahora los productos más difíciles de entregar son el aceite y la leche.

¿Y eso?

—En la dieta básica que proporcionamos nos hemos visto obligados a disminuir la leche y el aceite que entregamos a las familias. Entre otros motivos porque en los alimentos que entregamos procedentes de los fondos de cohesión de la UE, este año no se contempla el aceite porque ninguna productora de aceite se ha presentado al concurso porque la cantidad de dinero que ofertaba la UE no compensaba a ninguno de los fabricantes. Y en cuanto a la leche, además del precio tenemos la dificultad de conseguirla porque muchos ganaderos dedican sus vacas a carne y no a la producción de leche.

¿Qué productos lleva una cesta?

—Pasta, arroz, conservas, legumbres, leche, cacao, alimentos infantiles en el caso de que haya niños en la familia, frutas y verduras, carne y pescado congelado. Y a parte tenemos productos frescos procedentes de la recogida de último minuto en los supermercados de Bizkaia. Este tipo de alimentos se reparte todos los días tanto desde el almacén de Basauri como en el que tenemos en MercaBilbao para el reparto de frutas y verduras.

Sin coberturas públicas como la RGI ¿sería mayor el número de personas con dificultades para poder llenar su nevera?

—Pienso que el hecho de que a lo largo del año 2022 se haya mantenido estable el número de personas atendidas es porque en Euskadi, la RGI y todas las coberturas públicas hacen que la situación aquí sea mejor que en el resto de comunidades.

Siempre se habla y se apela a las aportaciones ciudadanas, ¿pero qué me dice de las instituciones?

—El Ayuntamiento de Bilbao es uno de nuestros mejores colaboradores, el Departamento de Medio Ambiente de la Diputación nos da una ayuda para la recogida de alimentos de último minuto en los supermercados de Bizkaia y en cuanto al resto de ayuntamientos, pues hay de todo…

Publicado en Deia Bilbao | 23·01·23 | 06:56

https://www.deia.eus/bizkaia/2023/01/23/luis-crovetto-productos-dificiles-entregar-6362052.html

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