
La decisión de una institución caritativa de Essen de excluir a los ciudadanos sin pasaporte alemán genera una discusión sintomática del desarrollo del país más rico de la UE
Karola nunca creyó que llegaría a la tercera edad en esta situación: a sus 70 años, hoy hurga en un contenedor de desechos orgánicos. Busca verduras o frutas que todavía sean comestibles. Esta jubilada alemana ya tiene la donación semanal que recibe todos los lunes en un banco de alimentos del distrito berlinés de Neukölln frente al que ahora revuelve en la basura; sin embargo, cuando viene aquí, intenta hacer el máximo acopio posible para llegar con mayor holgura a fin de mes. Karola recibe 600 euros mensuales de jubilación, complementados por algo más de 100 euros de subvención estatal. Una vez pagado su alquiler, que asciende a 500 euros, le quedan unos 200 para comer a diario.
https://www.elconfidencial.com/mundo/2018-03-19/alemania-pobreza-jubilados-bancos-alimentos_1536815/